JAULAS Y GRILLETES

 Llevo tanto tiempo escribiendo, tantos años en la poesía plasmando todo lo que siento haciéndolo lo mejor que puedo. Haciendo de este arte un arma de doble filo. Trazando líneas en el papel historias que pasaron y muchas otras que me gustaría que pasaran, curando y envenenando mi alma al mismo tiempo. Construyendo y rompiéndolo todo aquí dentro. Tratando de darle forma a lo abstracto, darle un sentido a lo sin sentido.

Me han preguntado que qué gano escribiendo. La respuesta es sencilla. Nada, no gano ni un puto peso, pero no me agobia, porque algún día viviré de lo que escribo, no hoy, no mañana, pero algún día. Hago esto por no querer guardarme nada, por no consumirme por dentro más de lo que ya estoy por fuera.

El talento sin trabajo no sirve de nada. Solo hace falta un salto de fe, un golpe a la realidad, tocar fondo o lanzarse al vacío para poner en marcha todo lo que quieres, sin pensar ni titubear. Y si se presentan obstáculos en la marcha veremos qué hacer para resolverlo.

Llevo deprimido 3 años, tratando de salir de esta mierda, luchando con los ataques de ansiedad, engañando al insomnio con pastillas para dormir, tratando de mantener el cuerpo y la mente ocupados y no colapsar. Y no, no todo es malo, porque aún con tantas limitantes he logrado grandes cosas, y es hora de probar de lo que soy capaz quitándome los grilletes que yo mismo me puse, saliendo de esta jaula de oro que yo mismo soldé.

Nunca es tarde para dar más de ti. Pero eso sí, cuando des ese más, no hay manera de detenerte a partir de ahí.