KINTSUGI
Qué ciego eres y no solo por los lentes,
sino por creer que ves todo,
pero no ves más que tus problemas,
esos que tú mismo te inventas.
Qué roto estás,
todo por dejarte caer tantas veces
y no saber cómo cubrir de oro
todas tus grietas.
Qué ingenuo eres,
por sentirte sabio
cuando no sabes más
que de heridas y no de curas.
Presumes de dominar el Kintsugi,
pero estás tan fracturado
y presumes de ser valioso,
pero temes el precio de tus actos.
Pero también qué humano eres,
por mostrarte al mundo
cuando solo quieres huir
de ti...
Comentarios
Publicar un comentario